Los gatos son animales muy limpios y suelen usar el arenero de forma instintiva desde que son pequeños. Sin embargo, a veces pueden dejar de hacerlo y empezar a hacer sus necesidades en otras partes de la casa, lo que puede ser muy molesto y preocupante para los dueños.
Pero, ¿qué hacer si mi gato no quiere usar el arenero? ¿Qué motivos puede tener para rechazarlo o evitarlo? ¿Cómo puedo solucionar este problema y hacer que mi gato vuelva a usar el arenero? En este artículo te lo contamos todo, para que puedas entender y ayudar a tu felino.
¿Por qué mi gato no quiere usar el arenero?
Antes de intentar corregir el comportamiento de tu gato, es importante averiguar la causa que lo provoca. Hay varios factores que pueden influir en que tu gato no quiera usar la arenera, como por ejemplo:

- Un problema médico: Algunas enfermedades del sistema urinario, como la cistitis o la insuficiencia renal, pueden causar dolor o dificultad al orinar, lo que hace que el gato asocie el arenero con una experiencia negativa y lo evite. También puede haber otras afecciones que afecten al aparato digestivo o al sistema nervioso y que alteren el hábito higiénico del gato. Si sospechas que tu gato puede tener algún problema de salud, lo mejor es llevarlo al veterinario para que le haga un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
- La ubicación del arenero: El lugar donde coloques el arenero es muy importante para que tu gato se sienta cómodo y seguro. Debes evitar zonas muy alejadas, frías, ruidosas o con mucha actividad humana o de otros animales. El gato necesita un espacio tranquilo, protegido y con algo de intimidad para hacer sus necesidades. También debes tener en cuenta la distancia entre el arenero y el comedero y el bebedero, ya que los gatos no suelen mezclar estas zonas.
- El tipo y la limpieza de la arena: Los gatos son muy sensibles al olor y la textura de la arena que usan para cubrir sus excrementos. Puede que no les guste la arena perfumada o con un olor muy fuerte, o que prefieran una arena más natural y suave que la de sílice o la aglomerante. También puede influir la cantidad y la profundidad de la arena, así como su limpieza. Los gatos suelen rechazar el arenero si está muy sucio o si tiene restos de orina o heces de otros gatos. Lo ideal es limpiar el arenero a diario y cambiar la arena cada cierto tiempo.

- El tamaño y la forma del arenero: El arenero debe ser lo suficientemente grande y cómodo para que tu gato pueda entrar, salir y moverse con facilidad. Algunos gatos prefieren los areneros abiertos, mientras que otros se sienten más seguros en los cerrados o con tapa. También puede haber preferencias por el color o el material del arenero. Lo mejor es probar diferentes opciones hasta encontrar la que más le guste a tu gato.
- Un cambio en el entorno o en la rutina: Los gatos son animales muy sensibles a los cambios y pueden reaccionar de forma negativa si hay alguna alteración en su entorno o en su rutina. Por ejemplo, si te mudas de casa, si llega un nuevo miembro a la familia (humano o animal), si cambias los muebles de sitio, si viajas con tu gato o si modificas sus horarios de comida o de juego. Estas situaciones pueden generar estrés o ansiedad en tu gato y hacer que pierda el interés por el arenero
¿Cómo solucionar el problema del rechazo al arenero?
Si tu gato no quiere usar el arenero, no debes castigarlo ni regañarlo, ya que eso solo empeorará la situación y hará que se sienta más asustado o enfadado. Lo que debes hacer es intentar entender el motivo de su comportamiento y aplicar algunas medidas para ayudarlo a recuperar el hábito higiénico. Algunas de estas medidas son:

- Consulta al veterinario: Lo primero que debes hacer si tu gato deja de usar el arenero es descartar que tenga algún problema de salud que le impida hacerlo. Llévalo al veterinario para que le haga un chequeo y le ponga el tratamiento adecuado si es necesario. También puedes pedirle consejo sobre cómo mejorar el bienestar de tu gato y prevenir futuros problemas .
- Revisa el arenero: Comprueba que el arenero está en un lugar adecuado, que tiene la arena que le gusta a tu gato y que está limpio y desinfectado. Puedes probar a cambiar el tipo, la cantidad o la marca de la arena, o a poner varios areneros en diferentes zonas de la casa para que tu gato tenga más opciones. Si tienes más de un gato, lo ideal es que cada uno tenga su propio arenero y que no lo compartan .
- Adapta el entorno y la rutina: Intenta evitar los cambios bruscos o innecesarios en el entorno o en la rutina de tu gato, ya que pueden estresarle y hacerle perder el control sobre su territorio. Si hay algún cambio inevitable, como una mudanza o una visita, trata de hacerlo de forma gradual y positiva, dándole a tu gato tiempo y espacio para adaptarse. También puedes usar productos como difusores o sprays de feromonas para ayudar a tu gato a relajarse y sentirse más seguro .
- Refuerza la conducta positiva: Cuando tu gato use el arenero correctamente, prémialo con caricias, palabras o golosinas. Así le estarás mostrando que lo está haciendo bien y reforzarás su autoestima y su confianza. También puedes jugar con él cerca del arenero para que lo asocie con algo divertido y placentero. Evita los castigos o los gritos, ya que solo conseguirás que tu gato te tenga miedo o rencor.
Conclusión
Como has visto, si tu gato no quiere usar el arenero puede deberse a varias causas, tanto físicas como psicológicas. Para solucionar este problema debes actuar con paciencia y comprensión y seguir los pasos que te hemos indicado.
Así podrás hacer que tu gato vuelva a usar el arenero con normalidad y mejorar su bienestar y su salud.
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